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Desde el 18 de julio, autos valuados en 100 mil euros participarán de un certamen como el que se desarrolla en otros cinco países. Ya hay inscriptos varios hombres de empresa.
Correr en el Autódromo Juan y Oscar Gálvez, por ejemplo, es el sueño de muchos “tuercas” argentinos que, por esas cosas de la vida, hoy son destacados profesionales o prósperos empresarios en detrimento de una vocación que dejaron pendiente para una mejor ocasión. Pues bien, esa ocasión, llegó.
Una semana después de la finalización del Campeonato Mundial de fútbol, y a partir de una iniciativa surgida en la mente de Pablo Peón, el titular de la categoría TC 2000, la Argentina emulará a otros cinco países (Alemania, España, Inglaterra, Australia y Brasil) y tendrá en su calendario automovilístico una nueva competencia: la “Copa Challenge para Mini Cooper” que, a lo largo de seis fechas se disputará en distintos trazados de nuestro país incluyendo, claro, el “templo” metropolitano que recibirá a las 22 unidades que van a formar parte del nuevo “circo”. “La idea nació charlando con la gente de BMW -explica Peón- y nos pareció muy atractiva la posibilidad de ofrecer este nuevo servicio”. Todo arrancó cuando la firma alemana se interesó por sumarse al TC 2000 pero, teniendo en cuenta que sus autos cuentan con tracción trasera, impropia para la categoría, llegó la contrapropuesta con automóviles que, preparados para salir a la pista, cuestan hoy, en Europa, por lo menos 100 mil euros.
¿Qué condiciones hay que reunir para poder convertirse en uno de estos privilegiados pilotos que tendrán su experiencia inicial el 18 de julio venidero en las Termas de Río Hondo y que cerrarán el campeonato en Potrero de los Funes? Como primera medida, deberán atesorar “horas de vuelo” y demostrar capacidad necesaria para poder conducir a estos autos pero, además, cada candidato deberá desembolsar cuatro mil dólares por carrera para tener acceso a una butaca.
Correr en el Autódromo Juan y Oscar Gálvez, por ejemplo, es el sueño de muchos “tuercas” argentinos que, por esas cosas de la vida, hoy son destacados profesionales o prósperos empresarios en detrimento de una vocación que dejaron pendiente para una mejor ocasión. Pues bien, esa ocasión, llegó.
Una semana después de la finalización del Campeonato Mundial de fútbol, y a partir de una iniciativa surgida en la mente de Pablo Peón, el titular de la categoría TC 2000, la Argentina emulará a otros cinco países (Alemania, España, Inglaterra, Australia y Brasil) y tendrá en su calendario automovilístico una nueva competencia: la “Copa Challenge para Mini Cooper” que, a lo largo de seis fechas se disputará en distintos trazados de nuestro país incluyendo, claro, el “templo” metropolitano que recibirá a las 22 unidades que van a formar parte del nuevo “circo”. “La idea nació charlando con la gente de BMW -explica Peón- y nos pareció muy atractiva la posibilidad de ofrecer este nuevo servicio”. Todo arrancó cuando la firma alemana se interesó por sumarse al TC 2000 pero, teniendo en cuenta que sus autos cuentan con tracción trasera, impropia para la categoría, llegó la contrapropuesta con automóviles que, preparados para salir a la pista, cuestan hoy, en Europa, por lo menos 100 mil euros.
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