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La marca alemana se mostró interesada en retornar a la categoría luego de bajarse en 1991 y obtener los títulos en el 84 y 85 con Lauda y Prost (foto). Así la firma de Stuttgart sería la punta de lanza del Grupo Volkswagen para entrar en la F1, tentado por el nuevo reglamento técnico.
La revolución que propone la Fórmula 1 para el 2013, con las medidas anunciadas hace algunas semanas, y que tienen como eje principal replanteamientos en cuanto a la motorización, podría animar a nuevas marcas a embarcarse en la máxima categoría del automovilismo mundial.
Una de ellas es Porsche, cuyo 42% pertenece a Volkswagen, y quien a través de su nuevo jefe ejecutivo, Matthias Mueller, se mostró interesada en retornar a la F1luego de que se bajase del certamen en 1991.
"No queremos que Audi y Porsche vayan a Le Mans; no es divertido", aseguró Mueller en el reciente celebrado Salón del Automóvil en París. "Por lo tanto, tenemos que discutir si tiene más sentido que una marca vaya a Le Mans y la otra a la Fórmula 1".
Tanto Audi como Porsche pertenecen a VW, quien desde hace tiempo se muestra interesada en poder ampliar su frente dentro de las competencias automovilística. Pero mientras la apuesta de Audi dentro de las carreras de endurance está más que sólida (vienen de conseguir el 1-2-3 en la última edición de Le Mans) Porsche podría ser la punta de lanza del Grupo Volkswagen para entrar a la F1.
También es sabido que la marca de Stuttgart estuvo participando en varias de las reuniones que organizó la FOTA (Asociación de Equipos de la F1) en relación al reglamento que entrará en vigencia en 2013.
Uno de los principales “ganchos” para atraer a nuevas marcas que propone el nuevo reglamento técnico, es que todos los motores sirvan de plataforma para el desarrollo de nuevas tecnologías que mejoren la eficiencia del combustible, con los motores híbridos en el centro de la discusión, en un intento de acercar los avances de la F1 al mercado de autos de calles.
La última vez que el sonido de un motor Porsche se escuchó en una pista de Fórmula 1 fue suministrando al extinto equipo Footwork, en 1991, aunque su mejor época vino con la asociación con TAG, con los motores Porsche turbo dominando las temporadas de 1984 y 1985 en las que, a sus mandos, los pilotos, Niki Lauda y Alain Prost se proclamaron campeones del mundo de la especialidad.
La revolución que propone la Fórmula 1 para el 2013, con las medidas anunciadas hace algunas semanas, y que tienen como eje principal replanteamientos en cuanto a la motorización, podría animar a nuevas marcas a embarcarse en la máxima categoría del automovilismo mundial.
Una de ellas es Porsche, cuyo 42% pertenece a Volkswagen, y quien a través de su nuevo jefe ejecutivo, Matthias Mueller, se mostró interesada en retornar a la F1luego de que se bajase del certamen en 1991.
"No queremos que Audi y Porsche vayan a Le Mans; no es divertido", aseguró Mueller en el reciente celebrado Salón del Automóvil en París. "Por lo tanto, tenemos que discutir si tiene más sentido que una marca vaya a Le Mans y la otra a la Fórmula 1".
Tanto Audi como Porsche pertenecen a VW, quien desde hace tiempo se muestra interesada en poder ampliar su frente dentro de las competencias automovilística. Pero mientras la apuesta de Audi dentro de las carreras de endurance está más que sólida (vienen de conseguir el 1-2-3 en la última edición de Le Mans) Porsche podría ser la punta de lanza del Grupo Volkswagen para entrar a la F1.
También es sabido que la marca de Stuttgart estuvo participando en varias de las reuniones que organizó la FOTA (Asociación de Equipos de la F1) en relación al reglamento que entrará en vigencia en 2013.
Uno de los principales “ganchos” para atraer a nuevas marcas que propone el nuevo reglamento técnico, es que todos los motores sirvan de plataforma para el desarrollo de nuevas tecnologías que mejoren la eficiencia del combustible, con los motores híbridos en el centro de la discusión, en un intento de acercar los avances de la F1 al mercado de autos de calles.
La última vez que el sonido de un motor Porsche se escuchó en una pista de Fórmula 1 fue suministrando al extinto equipo Footwork, en 1991, aunque su mejor época vino con la asociación con TAG, con los motores Porsche turbo dominando las temporadas de 1984 y 1985 en las que, a sus mandos, los pilotos, Niki Lauda y Alain Prost se proclamaron campeones del mundo de la especialidad.
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