Exprime hasta la última milla de tu auto

Una nota que me pareció interesante, ya que hay mucha gente que cambia sus autos cada 2 años:

Por Elianne E. González

Un sobrino que no vive en Estados Unidos observaba con sorpresa que mi auto tiene 10 años, más de 120 mil millas y que no tengo intenciones de cambiarlo por uno nuevo.

El asunto es que mi auto ha salido muy bueno. He tenido que invertir poco en reparaciones y aunque no conserva la apariencia de uno nuevo, al conservarlo después de haberlo pagado he salido ganando. De haberlo vendido a los cinco años, nunca hubiera recuperado los $20.000 que me costó entre inicial, pagos a cuotas e intereses.

Y no soy la única que opina así. Desde 2008, los consumidores han incrementado la cantidad de tiempo que se quedan con los autos que han comprado nuevos. El análisis publicado por Polk.com en noviembre de 2010 coloca el promedio del tiempo que los consumidores están manteniendo sus vehículos en cerca de 64 meses (63,9 meses) o sea, 5 años y cuatro meses.

El Departamento de Transporte de EE.UU. calcula que la vida útil de un vehículo es de unos 12 años, o unas 128.500 millas acumuladas. Los mecánicos te dirán que bien mantenido un auto puede durarte muchísimo más. Incluso hasta 250 mil millas. Y si además has sido su único dueño sabes exactamente cómo ha sido cuidado y puedes sacar cuentas de cuánto te ha costado cada año en mantenimiento.

ConsumerReports.org dice que casi siempre resulta menos costoso quedarse con el auto que ya está pagado, “incluso las reparaciones más costosas de un auto usado bien mantenido pueden ser menores que el costo de la depreciación de uno nuevo”. Y esto es porque la depreciación, según los expertos de Consumer Reports, “significa el 60% del costo del auto en el primer año” y no se recupera hasta pasado el sexto año de tener el vehículo.

Al comprar otro auto hay que volver a presupuestar para el pago de cuotas de financiamiento pero peor aún, se vuelve a pagar por la depreciación de sacar un auto nuevo del concesionario y hay que desembolsar nuevamente los impuestos de venta.

No cambiar el auto viejo y saldo o casi, tiene otras ventajas:

1. Tienes más tiempo para ahorrar para una buena inicial o para completar el precio de un auto usado en buenas condiciones (evitando además pagar la depreciación de un auto nuevo) y reducir los meses de financiamiento y los intereses a pagar por éste.

2. Puedes reducir el costo del seguro si decides que puedes pasar sin cobertura para el auto en caso de choques o la extensiva o para otros daños, como robo, incendio, inundación o que algo le cae encima al vehículo.

3. Puedes usarlo para enseñar a tus hijos a manejar sin que tengas la angustia que abollen o estropeen un auto nuevo.

Pero para sacarle el jugo al máximo al auto debes cerciorarte que:

1. Rinde un mínimo de millas por galón que sea eficiente, si no, lo que ahorres en no comprar un auto nuevo, terminarás gastándolo en gasolina.

2. Está en condiciones seguras para manejar que no te deje varado en la carretera y debas pagar por el remolque encima de los arreglos.

3. Da el mantenimiento preventivo debido según la edad y el uso: cambio de aceite (más frecuente para autos con extenso uso o en zonas de alto tráfico), revisión de fluidos, neumáticos, batería, frenos, etc. Aprovecha el manual del propietario de tu auto. Si no tienes el librito, busca las recomendaciones por modelo en: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

4. Cuentas con un fondo para reparaciones y mantenimiento de unos $500-$1000 al año para que hacerlas no signifique una emergencia en tu presupuesto o estés tentado a “saltarlas”.

5. Le das atención al auto que te ha sido fiel: pequeños detalles hacen una gran diferencia. El auto de mi esposo luce muchísimo mejor pese a tener 30 mil millas más porque lo lava, pule y aspira con más frecuencia que lo que yo atiendo al mío; pero debajo del capó del motor ambos vehículos reciben el mismo tratamiento: se le revisan los fluidos, los contactos de la batería, el aspecto de las correas y cada vez que ponemos gasolina, se revisa la presión de los neumáticos.

6. Cuentas con un mecánico de confianza: a menos que el auto esté bajo alguna garantía que estés obligado a acudir a un taller específico, busca un establecimiento o mecánico que gane tu confianza con servicios adecuados para el auto y tu bolsillo. Busca opciones además del taller del concesionario consultando a amigos y familiares, al agente de seguros o a la AAA. El concesionario puede ser ideal para algunas reparaciones -como reiniciar una computadora del auto- pero antes de casarte con ese u otro establecimiento compara precios y servicios. El último arreglo de frenos que cotizaron en el taller del concesionario estaba un 30% por encima del precio de un taller especializado en frenos, llantas y similares. Junto con esa cotización me listaron precios de otros mantenimientos “sugeridos” con un precio 24% mayor que en otros talleres del área donde vivo.

Así estés convencido de mantener el auto por más años o millas, llegará el momento en el que resulte necesario o más conveniente cambiarlo. Anticipa ese momento ahorrando para la inicial y preparándote para la transición. Y si ya el auto viejo no vale lo suficiente para ponerlo a la venta, antes entregarlo como chatarra averigua si puedes donarlo. Aparte de ganarte algún descuento de los impuestos estarás dando a otros menos pudientes la oportunidad de contar con un auto.

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